Es curioso eso, en vez de compartir nuestros momentos felices, en vez de reflexionar sobre ellos, simplemente nos dedicamos a vivirlos, mientras en los momentos más duros todos nos paramos a pensar, reflexionar, cuestionar e intentar cambiar...
Tengo multitud de escritos que podría haber publicado aquí pero no me gustaría empezar poniendo un texto que escribí hace mucho, con unas circunstancias y una forma de ver la vida que quizás hoy por hoy no acompañen, aunque es cierto también que no me gusta escribir nada completamente amoldado, me gusta escribir reflexiones en voz alta sin una interpretación o un sentido estricto, me encanta pensar que tiene tantas interpretaciones como lectores o que incluso cada lector puede llegar a tener una interpretación completamente distinta cada vez que lo lea, según su circunstancia vital determinada...
Quisiera crear algo que sonase a arte, pues hace tiempo que no doy pié con bola y soy incapaz de crear algo sonoro, algo que pueda acompañar con unos acordes o algo que leyéndolo transmita musicalidad, asi que os pido perdón pero apartir de ahora comenzaré a divagar un poco e intentar crear algo, que sea arte o no, depende del lector...
“Tras un largo camino en soledad, esquivando todo lo que me traía mal o incluso lo que podría traerme el bien, y obcecado en andar solo sin parar a descansar ni un momento, pues iba bien y no merecía la pena descansar... Ya estaba harto de encontrarme posadas de mala muerte, que te ofrecen un descanso y al final ni descansas ni nada, había desconfiado infinitas veces de los grandes y lujosos hoteles que te ofrecen un descanso a un buen precio, quizás fuese verdad, pero el miedo al engaño o al dolor y el no estar cansado, me animaban a continuar el camino....
Es cierto que alguna parada hubo, no lo vamos a negar, pero salía de todas negando que hubiera descansado bien o que me hubiera sentido del todo a gusto...
Pensé muchas veces que quizás era mi culpa, pues había dormido en hoteles que todo el mundo decía que eran de un autentico lujo y yo, sin embargo, no me sentía del todo bien en ellos y prefería continuar mi andadura hacia no se donde...
Poco a poco y casi sin darme cuenta de que día tras día pasaba por frente de una posada pequeñita pero preciosa, me fue llamando la atención, algunos días incluso llegué a quedarme pero siempre acababa saliendo de ella y continuando mi camino…
Hoy, llevo varios días durmiendo en ella y puedo decir que en ese sitio me siento realmente a gusto, realmente yo mismo, cuando salgo a andar cada mañana, pienso en el regreso a esa posada que puede que se convierta en mi hogar… A veces siento miedo, pues cuando tengo que dormir a la intemperie, cuando tengo que dormir solo echo de menos a esa posada, yo se que allí también echan de menos mi compañía, y ese es realmente mi miedo, que te añoren cuando te marchas te da alegría, te hace sentir querido, pero a la vez te da miedo, miedo por dañar, por que te dañen, miedo a añorar tu también y a dejar de ser añorado…
Supongo que todo ese miedo es normal, pero no puedes dejar que te controle, no podemos dejar que el miedo nos diga como actuar ni qué hacer o no, simplemente debemos tener en cuenta que el miedo forma parte de nuestras vidas y debemos saber convivir con el, aceptarlo y no dejar que nos domine, debemos vencerlo, debemos romper el miedo a que te añoren o a ser añorados y cambiar ese miedo por felicidad…
Destruir el miedo a que dejen de añorarte, pues si tienes miedo a eso probablemente te quedarás bloqueado y eso te lleve al final que tanto temes…
Cuando tengas miedo, dale solo 5 segundos, 5 segundos para que haga contigo lo que quiera, para que te domine, te desespere, te saque de tus casillas, pero a partir del 6º segundo haz que desaparezca y vuelve tu a tomar las riendas de la situación, de tu vida, dejando al miedo de lado y siendo tu mismo, si haces esto será mas fácil que llenes tu vida de trocitos de felicidad…”
Fran Carballido
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